"En la esencia de todo lo que existe subyace el arte" Ciruelo
"Mantén sucia la estrofa. Escupe dentro" Ángel González

23 de enero de 2012

Palitos de Mango


Apareció entre los colores y las voces que se mezclaban y se fundían dotando al lugar de una vida extraordinaria, real, como pocas veces se ha visto. Todo el mundo parecía feliz, todo el mundo parecía inocente (aunque también pudiera ser que fuera yo quien lo estaba y en mi cabeza le impusiera es mismo estado a todo el mundo)
Apareció portando aromas; esencias de vida en frasquitos de porcelana fina y cristalerías con engarzadas piedras preciosas, los olores se esparcían por el aire de manera  tan notable que aseguraría que podía ver las esencias de los olores, haciendo espirales y cabriolas en el viento. Los espectaculares recipientes te arrastraban de lleno a un mundo de riquezas y vestidos dorados. Podía verme en el mismo sitio, con una tiara de flores en la cabeza y bailando junto a él siglos atrás.
Apareció entre la espesura de la gente bailando, dando brincos sobre sí mismo y con una enorme sonrisa en la cara, colorada como un tomate maduro. Y en aquel momento me hizo gracia. Podría ser por su particular atuendo, por su baile excéntrico en el que parecía que sus piernas se habían enfadado y trataban de huir de él; quizás por la comicidad de su expresión entre el nabo amoratado que tenía por nariz y el sonrojado de sus mofletes. No supe porqué, ni lo sé aún, pero me resultó tan gracioso que se me escapó una risilla. Suave, onírica, cautelosa, avergonzada, natural, pero sobre todo la sonrisa más sincera que he escuchado salir de mi propia garganta.
El me devolvió la sonrisa más ampliada y continuó con su baile, exagerándolo más. Creando un pequeño espacio aislado entre la muchedumbre para nosotros, para su baile frenético y mi alegría al contemplarle. Sin que nadie interrumpiese, sin que los colores, los olores y la música perdieran fuerza a nuestro alrededor.
Cuando pasé junto a él me hizo una pequeña reverencia y yo amplié mi sonrisa, y antes de que me diera la vuelta me dijo "Toma"  y rebuscó entre sus finas cañitas de madera que sujetaba en un puñado. Cogió una del borde y se la llevó a la nariz para comprobar su aroma. Satisfecho con  su elección me la extendió y con un acento argentino verdaderamente arrebatador me susurro como un secreto “no te habré sacado dinero, pero te he sacado una sonrisa. Para una mujer tan linda, es un aceite de mango"
Y así era. Un fuerte aroma dulzón me envolvió cuando me acerqué la varilla a la nariz. Me sumergió en un segmento parado del tiempo, lejos de todo, porque uno de mis 5 sentidos estaba disfrutando de un orgasmo. El inconfundible olor a mango me trajo consigo el recuerdo de un mar Caribe, de aguas cristalinas y sabor tropical. En mi boca aparecieron los rastros de algún coctel y sentí como en mis brazos el bello se erizaba, presa, sin duda, de algún cosquilleo, que nacido tras mi nuca, había escapado a la velocidad del rayo al resto de mi cuerpo. "¡gracias!"  Exclamé eufórica con mi varilla de mango en la mano como si se tratara de un tesoro. El argentino bailarín me guiñó un ojo y me lanzó otra sonrisa ladeada y sincera antes de ser engullido de nuevo por la masa, casi uniforme, que se congregaba ante los tenderetes.
Me marché sin echar la vista atrás, para no ensuciar el recuerdo, para que aquella burbuja de fantasía dentro de la realidad siguiese tintada para siempre en mi memoria de aquella festividad colorida. Porque todo perdura en el recuerdo, y solo lo que uno imagina puede ser real.
Y con la varilla me entretuve toda mi tarde, caminando sin descanso ante la vida palpitante que cubría el mercado, con el aroma a mango todo el día colgando en el olfato, mientras las palabras del argentino iban dando vueltas en mi cabeza, convirtiendo un triste “no te he sacado el dinero, pero te he sacado una sonrisa" en el más bello poema que alguien me halla recitado.
 Aún ahora, la varilla de mango descansa con ternura sobre mis letras, impregnando las palabras con su aroma, reavivando los recuerdos, trayendo al presente palabras de amor imaginadas y una pasión todavía no inventada.

3 comentarios:

  1. Aplausos, sonrisas, más aplausos, lágrimas de orgullo, más y más aplausos.. no lo has perdido.

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  2. Hola buenos días, me presento: soy diseñador gráfico y dibujante profesional, la escritura no se me da muy bien, pero se apreciar cuando alguien se deja el alma y sus sentimientos en ella y tu lo bordas, me quedado impresionado, he visto pocos blogs, pero me este es el mejor que he visto y leído ( no es peloteo eh! ) jajajajajjajaja,
    tendría que haber mas gente como tu,
    saludos :)

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  3. Muchísimas gracias, de verdad. No sabes como aprecio ese ratito de tu tiempo que le has dedicado a mi blog, y sobretodo, a dejarme un comentario. Muy pocos lo hacen, mis más sinceros agradecimientos

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