"En la esencia de todo lo que existe subyace el arte" Ciruelo
"Mantén sucia la estrofa. Escupe dentro" Ángel González

19 de julio de 2010

Amores submarinos


Con las caricias perdidas que el viento me trae desde levante, recuerdo tus besos y tus caricias, y sueño el momento en el que pueda conocerte, para embeberme en tus historias y tus penas submarinas, perdidas en el fondo de un cofre, allá por las llanuras desconocidas donde los piratas ya solo son palos bien vestidos y los amores son simples lagartijas.


Camino


Mirando la profundidad mateada de la primera piedra que encuentre en mi camino tratare de descubrir mi destino, de encontrar mi sendero empedrado, que atravesando colinas y tempestades me lleve a un suicidio en los acantilados de los indeseados, donde las dentelladas de la vida son mas profundas y ponzoñosas y se clavan en la existencia para arrastrarla hacia la negrura, donde los ojos inyectos de los perros infernales que habitan en la muerte me despedacen con la fuerza bruta que se oculta entre mis puños, que no se abandonan a las desesperanza pasajera que ahogo el llanto de un recién nacido, permanecen imperturbables, sujetos al aire vaporoso que se escapa entre mis dedos cuando saludo al sol por las mañanas.

16 de julio de 2010

La muerte también sonríe

Muertos en solemnidad asesina,
De parpadeo carnoso
Y aleteo de fuego
Que quema y arrasa,
Y no siento ni padezco
Aquella sonrisa que no sea suya.
Afilada, mullida,
Marfil blanco entre la marejada
Y una mordida suave, tierna,
Entre la pecaminosa tortura
De voracidad endiablada
Que nos doblega,
Nos maltrata.

1 de julio de 2010

Tormenta de verano

Recuperando viejas costumbres, de besos forajidos al aire vaporoso en la noche fría veraniega. Pupilas blancas. Sueños despiertos de acogedora tormenta, de abrazo cálido y húmedo en la que penetrar con encogido y amplio corazón. Sonrisas traidoras. Recuperando viejas costumbres de persianas al alza por visiones blancas dulces de los rayos zigzagueantes de anacarados mordiscos eléctricos y caricias añil porcelana. Noche en vela, noche de excitación y vela soporosa, de sueños despiertos y sueños dormidos que se alteran hasta que la realidad es sueño y el sueño es sueño.

Una luz cálida de afilados dedos que acarician apacibles rostros, naranjas del alba que se cuelan por ranuras y juntas traicioneras, como luz azul de nubes. Como rayos que ya no habitan, que ya no fueron, que son solo grito de nubes exaltadas y furiosas, ladronas y pasionales, nubes que son fuego en cada gota de agua y luz en la luz y el ruido.

La infancia me golpea en el pecho y galopa por mis venas. Ya no hay truenos, ya no hay rayos ni tormenta ni espejo de sueños cristal al contener en la sonrisa de los labios el secreto de la noche mágica ante al ventana, que se mueve y que te arrastra con cada suspiro y soplo que el cielo dirige a tu ventana. Cama que navega, que vuela, que flota. Cama que es nube, que es gota de luz.

Té dulce


Dedo en los labios, rosa pálido y mejillas encendidas. Cascabeles de armonioso sonido en capilla unidos ante el eco sonoro del movimiento conjunto.

Voz dulce, voz seca de polvo blanco y matiz secreto de sugerencia prohibida, que es anhelo oculto. Ojos rasgados y mirada profunda en la habitación de papel arroz en la que es siempre día y susurro, y té armonioso y reverencia de secreto compartido. En la sala que fue beso, y tela perdida, y maquillaje en los sentimientos.