Un meteoro de lenguas jabonosas persiguiendo su tersura al aire huidiza, porque solo busca, solo ansía libertad, llegada a un mundo lejano que se haya en el subconsciente de cuanto soldado caído que haya atormentado la sonrisa de un niño. Y solo su juguete, objeto magistral de cuantos mi alma anciana haya visto, tendrá poder de sueños para suspenderlo al mar de alegrías que alberga un corazón frágil de plumas. Y llegará así al cielo alto, volando no se sabe muy bien cómo, como una pantera o como un pato, al tejado de caricias perdidas de las nubes, o al lugar donde la pompa descansa, muerta en explosión de creación destructiva, que lo es todo y nada, que separará de a una los colores para esparcirlos por el mundo, porque una vida en blanco y negro es triste, y mi halcón portuario de bello plumaje gris no podría soportarlo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario